lunes, 15 de julio de 2013

Ficha: Kain Okomura.





~Nombre~

Kain Okomura. Okomura para los amigos, Kain para los enemigos

~Raza~

“Humano” Experimento genético.

~Edad~

20 años.


~Físico

Es un chico bastante alto, de metro ochenta más o menos. Desgarbado y con apariencia de chico débil y flojo cuando en realidad es todo lo contrario. Pese a su apariencia es un chico con una musculatura desarrollada lo justo para poder luchar sin cansarse. De rostro atractivo y chispeantes ojos verdes Kain atrae las miradas tanto de las mujeres como de los hombres. El pelo, pelirrojo, descuidado y largo, cayendo en mechones desiguales alrededor de su rostro. Para que no le moleste lo suele llevar recogido en una especie de coleta mal hecha que no recoge del todo su pelo. Tiene una pequeña, y apenas perceptible, cicatriz en el ojo derecho fruto de una de sus tantas peleas en el laboratorio. Posee manos de artista, de dedos largos y esbeltos que siempre están jugueteando con una pequeña moneda de cobre. Kain es un chico que sobresale sin apenas quererlo y para evitar tanta atención en su persona suele esconder su rostro con la capucha de alguna sudadera. Por lo demás viste de lo más normal, con unos pantalones ajustados y unas converse que le permiten correr sin dificultades.

~Carácter~

Al conocerle  lo que piensas es  que tiene una bonita sonrisa, ademanes corteses y mirada sincera. La primera impresión que da es justamente esa: de un chico que no ha roto ni un solo plato en su vida. Inocente y quizás algo despistado Kain parece haberse quedado en la época de la adolescencia. Pero tan solo es una fachada. Es agresivo, déspota y sufre un ligero desequilibrio que le puede llevar de la serenidad a la ira en apenas unos segundos. Con problemas para controlar su mal genio está siempre metido en alguna pelea. Obsesionado con hacerle pagar a Alice todo el daño que le ha causado no duda en usar a los que están a su alrededor para conseguir lo que quiere. Mancharse las manos con vidas inocentes no parece detenerle en su empeño de destruir a Alice. No queriendo parecerse ni a ella ni a su hermano, Akira, Kain siempre dice la verdad, por mucho que esta duela. Evita robar y si tiene que pasar hambre la pasa. Además, pese a ser un chico malhumorado siempre tiene gestos amables con aquellos que lo necesitan, sobre todo si es algún niño o alguna niña ya que estos le suelen recordar a él mismo y a su hermana Mina. Actualmente lo único que le importa es vengarse de Alice y si para ello tiene que dar la vida en el intento no piensa dudar ni un instante en darla siempre y cuando consiga llevarse la vida de la chica por delante.

~Poderes~

Debido a su condición de experimento genético Kain tiene la habilidad de manipular su propia sangre o la ajena siempre y cuando haya sido derramada.

El control sobre la sangre le permite crear armas a partir de ella e incluso escudos que le protegen durante los enfrentamientos.

Aún no sabe si en el futuro su poder le permitirá recuperar la sangre perdida durante la batalla.

~Curiosidades~

Su arma preferida es una guadaña de doble filo.

Usar su poder repetidas veces durante una batalla le debilita más que los golpes de sus adversarios puesto que, al fin y al cabo, está quitándole sangre a su organismo.

La obsesión que tiene hacia Alice raya lo enfermizo y solo vive por y para verla muerta.

Tiene tendencias suicidas.

Es, al igual que Alice, considerado una joya de valor incalculable y los hombres de Akira intentan recuperarle sin hacerle el menor daño posible.

Por culpa de las pesadillas es incapaz de dormir más de tres horas seguidas, lo que puede contribuir a su desequilibrio mental.

La piedad no existe para él o al menos eso es lo que se repite una y otra vez cada vez que deja que Alice escape con vida.


Ficha: Alice Hitomi.


~Nombre~

Se hace llamar Alice Hitomi, aunque Hitomi es la denominación que reciben los experimentos del complejo del subsuelo. No tiene apellido y  jamás ha sabido cuál era. Siempre ha sido Alice, Arisu para los amigos (que no tiene).

~Raza~

“Humana”. Experimento genético.

~Edad~

19 años.

~Físico~
Es una chica bastante bajita, llegando apenas a rozar el metro sesenta. Actualmente se encuentra en una precaria situación en lo que se refiere a su peso; está tan delgada que las puertas de la desnutrición están cada vez más cerca. Posee aún rasgos de niña, acentuados por la falta de alimento, y eso sumado a su falta de curvas y a su poco pecho provoca que la confundan constantemente con una chica de catorce años. Aunque también tiene sus ventajas, pues si le añadimos unos ojos de un profundo azul cobalto y una ligera sonrisa en sus rosados y sugerentes labios le hacen ver como alguien confiable, inocente y que no supone ningún peligro, lo que se aleja bastante de la realidad. Su larga melena rubia, tan clara que con la luz del sol parece blanca, roza su trasero y normalmente la suele llevar suelta, ya que no tiene tiempo para cosas como peinarse o vestirse, por lo que su única vestimenta es una sudadera y su ropa interior. De vez en cuando consigue robar algo más de ropa, pero por regla general tan solo viste eso y recorre la ciudad descalza, lo que induce a la gente a pensar que Alice es una pordiosera más.



~Carácter~

Desconfiada hasta más no poder Alice no se fía ni de su propia sombra. Siempre está con los nervios a flor de piel y si se te ocurre acercarte a ella sin hacer ruido lo más seguro es que te encuentre con su puño como toda bienvenida. En ocasiones puede resultar hipócrita, puesto que está constantemente mintiendo para mantenerse a salvo, y también puede resultar, a primera vista, una persona violenta y mal hablada que lo resuelve todo a puñetazo limpio o robando, otra de sus malas manías. Nunca dejes cosas de valor cerca de ella o no las volverás a ver. Sin embargo, bajo toda esa fachada de chica dura e independiente se esconde la verdadera Alice. La que tiene miedo constantemente, la que mira por encima de su hombro a cada paso que da. Que respira aliviada cuando consigue pasar una noche bajo techo cubierto. La que anhela encontrar a alguien que la proteja de todo aquel que quiere hacerla daño. Pero, como la gente no se toma la molestia de mirar más allá de su sonrisa de depredadora Alice ha decidido no mostrarse como es ella realmente por miedo a que la hagan más daño del que ya le han hecho. Está dispuesta a hacer lo que haga falta para mantenerse a salvo o para mantener a salvo a aquellos que le importan, que son muy pocos, y si para garantizar su seguridad tiene que ensuciarse las manos...así será.

~Poderes~

Debido a su condición de experimento genético Alice tiene el “poder” de infligir dolor o de matar a alguien con el simple roce de sus manos. 

Dependiendo de cuanto dure el contacto, la vida de la persona que está siendo tocada por Alice terminará o no.

—Ni ella misma sabe si su “poder” se extenderá por todo su cuerpo convirtiéndola en un arma que mata a todo aquel que la toca o si, por el contrario, permanecerá fijo en sus manos, privándola del tacto para siempre.


~Curiosidades

Siempre lleva guantes de cuero en las manos y solo se los quita para pelear o en caso de extrema necesidad pues por regla general prefiere prescindir de su poder.

Es buena en el combate cuerpo a cuerpo y, por si no fuera poco, es una excelente tiradora por lo que siempre lleva encima un par de pistolas.

La gente del complejo científico donde estuvo encerrada tantos años la consideran una joya de valor incalculable y siempre que van tras ella intentan recuperarla sin hacerla el menor daño posible.

Pese a lo que la gente puede pensar de ella, Alice es capaz de sacrificar su propia vida por aquellos que más le importan, como ya hizo una vez con su hermano Akira. 

Hasta el momento, su única meta en la vida es matar al hombre que destruyó su vida y la de su hermano. También desea acabar con la vida de este pero ni ella misma se ve capaz de hacerlo.

Todo el dinero que roba es destinado, una parte, a un orfanato donde Alice esconde a las víctimas de sus fechorías de cuando vivía en el complejo científico.